Hoy di consultas como todos los martes. Por allí pasó Stendhal. Antes de que llegaron el alumno y la alumna que vinieron, pude observar cómo se arremolinaban en el patio un grupo de nuevas ingresantes.
Desde ese centro caótica de la casa de altos estudios observaban las pintadas, el movimiento aún tranquilo de la mañana, las características monásticas de la arquitectura del edificio.
Yo, mirándolas, de golpe recordé mi entrada a la facultad: sin pintadas, habiendo ingresado despues de exámenes de ingreso (la última experimentación al respecto de la Dictadura militar; corría 1983); nos avisaron con un telegrama que nos teníamos que presentar el 15 de abril y allí nos dio la Bienvenida la secretaria académica del momento, una empleada de los milicos.
Ya al año siguiente y sobre todo para 1985 fueron cambiando los profesores, fueron volviendo muchas y muchos que se habían, que habían sido "renunciados".
Qué lejos que están esos años, qué lejos. Mucha movilización interna, mucha movida cultural e intelectual. Volviamos a la Democracia, creiamos con frescura que otro mundo era posible.
Aquí estoy. Sigo pensando en lo mismo, y sigo luchando al respecto, pero ya no tengo ni 18 ni 19 años. Vaya vaya.
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